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Este año se ha cumplido el cuarenta aniversario del estreno de 'Los santos inocentes', calificada como una de las tres películas más significativas de la historia del cine español. Una cinta rodada en su mayor parte en Alburquerque, en la finca El Zajarrón. Grabada en 1983 y estrenada el 4 de abril de 1984, estuvo un año y medio en cartelera en los cines de toda España, siendo vista por más de tres millones de españoles y recaudando 524 millones de pesetas. Fue la elegida para representar al cine español en el Festival de Cannes en el año 1984, obteniendo la mención especial del jurado y donde los actores Alfredo Landa y Paco Rabal compartieron el premio a la mejor interpretación masculina.
'Los santos inocentes' está considerada como una obra maestra que plasma lo más crudo de la Extremadura profunda de los años 60, la opresión de clase y el retraso secular de Extremadura, las abismales diferencias sociales magnificadas por la presencia en la cinta de dos mundos tan alejados y diferentes como el del campesinado extremeño y el de los «señoritos» llegados de la capital, plasmando una relación feudalista en plena segunda mitad del siglo XX.
Además de Alburquerque tuvo como otras localizaciones Zafra y Mérida, atrayendo hasta Extremadura a cientos de actores y el propio autor de la novela homónima, Miguel Delibes, asistió al rodaje. Dirigida por Mario Camus, contó con un presupuesto importante para la fecha, 80 millones de pesetas, y con un elenco de actores que no pasó desapercibido, donde destacaban Francisco Rabal, Alfredo Landa, Terele Pávez, Juan Diego Ruiz, Maribel Martín, Mary Carillo, o Ágata Lys, entre otros, y donde algunos extremeños también se estrenaron ante las cámaras, como Belén Ballesteros o Juan Sánchez, que interpretaron a los dos hijos mayores del matrimonio de guardeses.
Camus recordaba en una entrevista las dificultades que tuvo para adaptar una novela sobre el mundo rural, los latifundios y los cortijos. «En cuanto la leí en 1981 me dije: de esta historia quiero hacer una película». Para el director cántabro ocurrió algo casi milagroso en todo el proceso que concluyó con esta película. «Hubo muchas casualidades, cosas que pasaron y que no pertenecen al orden natural de las cosas. Por ejemplo, teníamos que rodar en el campo y estaba feísimo, muy seco. Pero el mismo día que llegamos (a Alburquerque) hubo una inundación, y aquello hizo que el campo floreciera y que apareciera precioso. De repente, todo se nos puso a favor».
La proyección de 'Los santos inocentes' regresaba a la Filmoteca de Extremadura, donde el pasado 10 de diciembre se conmemoró en Cáceres el 40 aniversario de su estreno. Además de su proyección se abrió una exposición sobre el rodaje, con la firma de Paco Rabal.
El rodaje en Alburquerque
La mayoría de los secundarios de 'Los santos inocentes' eran de Alburquerque, algo que junto a la interacción del extenso equipo de la película con los lugareños, iba a marcar a muchos de ellos. La presencia del equipo de la película revolucionó el día a día de los habitantes de Alburquerque, donde aún se recuerda el saque de honor que Ágata Lys protagonizó en un partido de fútbol de convivencia para celebrar el final del rodaje, la presencia de los actores en los bares y tabernas del pueblo, el catering que Restaurante Tegamar acercaba a El Zajarrón, en la carretera hacía Aliseda y Cáceres, las comidas servidas por Bar El Castillo en su local, donde además de los actores acudió en más de una ocasión Mario Camus y hasta Miguel Delibes. Precisamente, una de las anécdotas de esos días se refiere al escritor pucelano y su visita al rodaje, con una condición: no comería con los actores sino con los personajes. Así, en lugar de compartir mesa con Alfredo Landa y Paco Rabal, comió con Paco «El Bajo» y Azarías.
Pero si en el pueblo se recuerda a uno de los suyos al rememorar aquellos días es a Juan Flores Domínguez, 'Barrunta', quien sirvió de guía, ejemplo e inspiración a Paco Rabal para interpretar magistralmente a Azarías. Rabal llegó a vestir la ropa de 'Barrunta' al gastar ambos una talla parecida y se impregnó de lleno de la esencia del alburquerqueño, imitando sus gestos, maneras y acento campesinos. El grupo de actores se iba a dormir a Badajoz pero él prefirió el pueblo en más de una ocasión. El famoso actor murciano volvió a Alburquerque acompañado por su mujer, Asunción Balaguer, ofreciendo el pregón de ferias en 1996. Por su parte, el humilde y afable Juan Flores confesó que 'Los santos inocentes' fue la única película que vio en su vida.
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