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Carlos González en acción Cedida
Pasión por el flyboard desde Extremadura
El aquaman extremeño

Pasión por el flyboard desde Extremadura

El alburquerqueño Carlos González entre los mejores de Europa de este deporte acuático

Jueves, 14 de septiembre 2023, 11:14

El puerto de la ciudad murciana de Cartagena acogió el pasado 10 de septiembre el Campeonato de Europa de flyboard, hidrofly o flysky, modalidad deportiva acuática que permite al piloto, al rider, volar sobre el agua utilizando un equipo especial dirigido por el flyboard, un dispositivo o mando que se conecta a una moto acuática a través de una manguera de 23 metros y utiliza el chorro de agua generado por la moto para propulsarse. En dichas pruebas compitió el alburquerqueño Carlos Roberto Gonzalez del Pozo, consiguiendo una meritoria séptima plaza. «Hay que tener en cuenta que esa clasificación incluye también al campeón del mundo, el colombiano Daniel Guerra y al campeón de Corea del Sur, Yoon Sak», señala a HOY el deportista de 27 años que lleva escaso tiempo practicando esta modalidad, «desde principios del verano, cuando me hice de mi propio equipo». Antes tuvo que pasar por un periodo de aprendizaje para conseguir estabilizarse por encima del agua, «y cuando tienes un buen control del flyboard aprendes a hacer las piruetas. Esto puede llevar tiempo, pero después todo son satisfacciones porque te brinda la sensación de volar sobre el agua». La seguridad es un factor prioritario en la práctica de este deporte, para lo que se requiere un equipo compuesto por la moto de agua, el flyboard, un chaleco salvavidas y un casco de seguridad.

Profesional del mundo motor, y aficionado especialmente a las motocicletas y a las motos acuáticas, reconoce deberle gran parte del nivel mostrado en el campeonato europeo a Alberto Leceta, «el aquaman español«, amigo y entrenador que le animó a presentarse. «Todo ha salido mejor de lo que pensamos», afirma, lo que le coloca como uno de los aspirantes al título en la Copa del Rey 2023 que se disputa en Águilas (Murcia) el 21 de octubre, donde espera hacer un buen papel. Para ello va a continuar »trabajando duro«, entrenando en Los Ángeles de San Rafael (Madrid), en el embalse de Abrilongo (en el municipio portugués de Campo Mayor) y en Cheles, en el pantano de Alqueva.

En las competiciones de flyboard se utilizan motos de agua con un motor de unos 300 cv, «con mucha fuerza, lo que hace que sea más peligroso y que estemos hablando de un deporte extremo por los riesgos que conlleva su práctica».

El joven alburquequeño no descarta dedicarse profesionalmente al flyboard, «un proyecto de futuro que pasa por la enseñanza y ofrecer shows, exhibiciones, tanto en España como en el extranjero, volar en la piscina de un hotel, o en un show privado, por ejemplo, porque esto no es un simple hobby«. Tras federarse y entrar en competición, los próximos pasos serán buscar un patrocinador, ya que es un deporte caro, y ejercer de monitor. »Vamos a intentarlo, a vivirlo de forma profesional con la ayuda de Alberto Leceta, una eminencia en esto, mi padre del fly, mi entrenador, junto a sus compañeros del show Aquaman del Parque Warner Madrid. También cuento con el apoyo de Abel Cansado, mecánico de motos de agua, y de toda esa gente que me anima«.

A pesar de que Extremadura es la comunidad con más kilómetros de costa interior (más de 1.500 kilómetros), este espectacular deporte es aún incipiente en la región, contando de momento con el  alburquerqueño como único competidor. «La participación de riders va aumentando cada campeonato que se celebra». El flyboard se practica principalmente en destinos populares de la costa española y de deportes acuáticos. En estos lugares, se encuentran instructores y centros especializados que ofrecen sesiones de flyboarding para principiantes y también para aquellos que ya tienen experiencia.

El rider extremeño entrenando Cedida

Séptimo en el europeo

El evento deportivo continental, que estuvo organizado por la Real Federación Española de Motonáutica en colaboración con el Ayuntamiento de Cartagena, se llevó a cabo en la dársena cartagenera donde el público disfrutó viendo los espectaculares saltos, piruetas y acrobacias de los riders participantes, entre los que se encontraban los mejores especialistas de Europa, resultado ganadores la francesa Océane Corbet y el neerlandés Armando Doornink. Las eliminatorias consistían en la realización de distintas acrobacias durante un minuto y medio, siendo puntuados por un jurado especializado.

Los riders volaron sobre el mar dibujando todo tipo de giros y saltos, pilotando desde las alturas la moto que se encuentra sin tripulante y que les daba la propulsión a través de dos potentes chorros de agua, necesarios para levantarse a una altura de hasta 20 metros por encima del agua. «Una experiencia única, divertida, y que te carga de adrenalina», señala González del Pozo, quien en cuartos de final obtuvo la mejor puntuación, para después ser descalificado en el pase a la semifinal por volcar la moto con la manguera. «Tuve muy mala suerte, y por eso me quedé con mal sabor de boca, porque sabía que podía sacar una buena puntuación y aspirar a más», lamenta este «aquaman extremeño«, pese a esa séptima posición final que lo convierte en uno de los riders destacados de España.

Gónzalez en el Campeonato de Europa Cedida

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