

En un sencillo y casi familiar acto, siguiendo los deseos expresados por el escritor, Alburquerque reconoció en la tarde de ayer a Luis Landero con el título de Hijo Predilecto. La casa de la cultura, que lleva el propio nombre del autor de obras como 'Juegos de la edad tardía', acogió el acto institucional que sirvió de colofón al acuerdo adoptado por el pleno de la Corporación Municipal del pasado 24 de noviembre de 2022. Landero estuvo acompañado por los siete ediles del equipo de gobierno municipal; por la popular periodista y también alburquerqueña Isabel Gemio; así como por familiares, amigos y vecinos en general que no quisieron perderse cómo el Premio Nacional de las Letras Españolas 2022 era distinguido por sus paisanos.
El alcalde en funciones, Manuel Gutiérrez, destacó que tanto Landero como Isabel Gemio se mostraron predispuestos y accesibles desde el primer momento en que se les propuso el título al escritor, y su presencia en el acto a la periodista. Gutiérrez agradeció, «la generosidad de la que ha hecho gala» el actual alcalde, Juan Carlos Prieto, al cederle el protagonismo como primera autoridad en el acto, y explicó cómo se gestó la concesión del título de hijo predilecto al novelista. «Fue a raíz de la concesión a Landero del premio Nacional de Las Letras cuando Isabel Gemio nos propuso hacer algo, y desde la Corporación, tras tomar la decisión de un reconocimiento que se debería haber hecho ya, nos pusimos en contacto con Luis, quien aceptó encantado y ofreciéndonos todas las facilidades».
Landero y Gemio mantuvieron una distendida y atrayente conversación en la que hablaron de sus «muchas cosas en común», de su infancia, «la época más maravillosa» y adolescencia en el pueblo, «nuestros primeros amores», sus orígenes campesinos, de las costumbres del Alburquerque de antaño, «una sociedad rural clasista», o de su salida de este mundo como emigrantes, entre otros temas.
«No encuentro las palabras para dar las gracias porque detrás de todo esto hay una larga historia de amor con mi gente, con la familia, los amigos, los vecinos de la calle 'Calzá, porque mi mundo está formado en gran parte por los recuerdos de mi calle, mi mundo personal pequeño y grande a la vez. Gracias también al alcalde y sus concejales, a Isabel por acompañarme, tú fuiste además quien me hizo una de las primeras entrevistas y mostraste mucha complicidad al ser paisanos», dijo Landero, quien a preguntas de su interlocutora habló de su padre. «Fui su proyecto de vida, y soy lo que él quería, un hombre de provecho. Tenía cuentas pendientes con mi padre que he saldado con mis libros en los que está muy presente, algunos personajes de mis libros están inspirados en él, con sus anhelos e insatisfacciones».
Sobre la distinción recibida, dijo que es algo que merecen también otras personas. «Hay muchos hijos predilectos de Alburquerque, gente que ha trabajado muy bien. Doy las gracias porque el cariño de los demás, de los tuyos, es lo mejor que tenemos». Sobre sus éxitos editoriales indicó sentirse, a veces, abrumado, «porque tengo el síndrome del impostor como escritor. Yo soy inseguro y me veo obligado a luchar constantemente contra ello, algo que se convierte en un don porque ayuda a uno a no dormirse en los laureles». Del precio de la fama también dijo que recibe invitaciones hasta de la Casa Real, pero que declina. «Para qué voy a ir a comer con los reyes, si yo soy de los qué está más a gusto en las cabañas que en los palacios». Señaló que escribe a diario pero que no se siente presionado por la editora, «aunque tendré otra novela dentro de un año».
Sobre su pensamiento dijo no ser creyente, y en cuanto a los políticos, que son necesarios, «además los hay buenos y malos, como en todas las profesiones». No se arrepiente de lo que dijo en Mérida el pasado verano en los actos del Día de Extremadura. «Lo de canallas iba sobre todo para los políticos de Madrid por el trato que dan a esta tierra, aunque los de aquí han sido complacientes y deberían presionar más».
Algo que se echó de menos fue sus opiniones de la situación de crisis que vive el Ayuntamiento de Alburquerque, sobre su ruina económica y los acontecimientos que la rodean. Únicamente una alusión por parte de Isabel Gemio: «Me duele la situación del pueblo, y su abandono».
La conocida periodista reconoció que se emociona leyendo a Landero, «porque sus calles, plazas, la vida en el campo, son los míos también. No éramos tan pobres como pensábamos entonces, algo que descubres cuando conoces la pobreza de otros países y en la actualidad».
En el acto no faltó la música en directo con David Álvarez y Gema Benítez, ejerciendo de presentadoras las directoras de la Upal, Ángela Robles, y del IES Castillo de Luna, Luciana Pintor, quienes tras ofrecer una breve reseña biográfica del homenajeado, recordaron que regresa a Alburquerque el 31 marzo a la entrega de los premios literarios para estudiantes de secundaria, a los que también da nombre, y que este año celebran su trigésimo tercera edición.
En definitiva, asistimos al reconocimiento de la sociedad alburquerqueña a Landero, que nació en 1948 en la casa familiar donde vivió hasta su traslado a Madrid con sus padres, Cipriano Landero y Antonia Durán, y sus hermanas. Muchos de esos recuerdos con Alburquerque como escenario y luego su vida en la capital madrileña aparecen recogidos en títulos como 'El balcón en invierno' o 'El huerto de Emerson'.
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