Preocupación en el sector ovino por la lengua azul y los robos

Las bajas ocasionadas por la lengua azul, sumadas a la oleada de robos de corderos denunciada por las organizaciones agrarias, crean un creciente malestar entre los productores de ovino de Alburquerque.

A los focos detectados en la zona de la fiebre catarral ovina, que sigue golpeando a los rebaños en forma de animales muertos y de ovejas que malparen, se añade la preocupación del sector por los robos en explotaciones de ovino de la provincia de Badajoz. En concreto, UPA-UCE Extremadura ha denunciado que se han producido robos en explotaciones ganaderas de Alburquerque, Villar del Rey, La Roca de la Sierra o Talavera la Real, ascendiendo a cien la cifra de corderos robados en una explotación de Alburquerque.

Mientras se sigue vacunando contra los diferentes serotipos, los ganaderos confían que con la llegada del frío desaparezca el mosquito que propaga la lengua azul, a la vez que piden ayudas económicas a la mortandad y para sufragar los gastos derivados de los tratamientos.

En cuanto a los robos, piden el reforzamiento de efectivos de la Guardia Civil para incrementar el control y la vigilancia en las explotaciones de ovino.

Emilio Bueno, ganadero local que ha contabilizado unas 40 bajas y varios abortos en una cabaña de unas 600 cabezas de ovino que pastan en la finca La Galga, opina que lo peor ha pasado. «Va remitiendo la enfermedad, hemos vacunado y tratado las ovejas enfermas y el ganado está mejor, pero cuando entró fue fulminante, en dos días cambiaron, con fiebre se les hincha la boca, dejan de comer, andan despacio...». A pesar de esta mejoría experimentada, la preocupación continúa, «porque hasta la próxima paridera no sabremos si las ovejas quedan preñadas y si paren bien».

Frente a los problemas del campo, al menos la campaña ganadera se está beneficiando por el buen año meteorológico y gracias a los buenos precios actuales de los corderos.

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