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Dos nuevos negocios del sector de la alimentación abrieron sus puertas ayer en Alburquerque: Pollos El Asador, en la calle Alameda, y Dulces Tradicionales Villartesana, en la avenida de los Emigrantes.
El obrador regentado por Ana Luz Fernández y Conchi Román se sitúa frente a la estación de autobuses, en la avenida de los Emigrantes, 30. Estas dos alburquerqueñas emprendedoras afrontan su primera experiencia profesional desde un espacioso local con el que vienen a hacerse un hueco en la repostería local, el de los dulces caseros tradicionales, una amplia gama de productos que abarca desde un dulce tan típico de Alburquerque como es el marío, al bizcocho marío de receta propia familiar, las perrunillas, bollos de pascua, mantecados, magdalenas, bollos de leche, bolluelas, entre otros, y que en fechas navideñas se extiende a la culebra, almendrados, o el mazapán. «Es una idea que llevaba años fraguándose, que tenía muchas ganas de hacer realidad. Los sueños son para cumplirse y este era unos de mis sueños», explica Conchi, heredera de esta sapiencia popular, de las recetas que aprendió de sus ascendientes, principalmente de su abuela.
Herederas de la tradición
Alburquerque siempre ha sido un pueblo muy dulcero, de repostería de elaboración artesanal, y la idea de estas dos mujeres es que no se pierdan esos artículos caseros tradicionales. «Antes había dulceras en todas las calles, y todavía se siguen haciendo estos dulces de puertas para adentro, pero algunos cada vez se hacen menos, y no todos se podían encontrar en las tiendas con facilidad», afirma Ana.
El aroma a ingredientes naturales impregna un establecimiento donde se exhibe la variedad de dulces y tras un amplio ventanal se hornean estos manjares. Ahí hemos «cogido con las manos en la masa» a las responsables de Villartesana, quienes aseguran que la clave para conseguir que estos dulces típicos, su sabor y textura, sean los de siempre es, «seguir las recetas usando sólo ingredientes de calidad y sin conservantes». Las opiniones de sus primeras clientas así lo confirman, son muy favorables. «Nos ha costado adaptarnos al horno hasta que nos ha venido a enseñar un maestro pastelero, pero por lo demás toda la elaboración es casera y a la antigua usanza ».
Aunque ya han abierto al público, próximamente harán una inauguración oficial. «Queríamos que se fueran conociendo nuestros productos, por eso hemos abierto ya, aunque a la tienda le faltan muchos detalles». Una vez inaugurada Villarterana, sus dulces estarán presentes en tiendas locales y alguna de Badajoz.
Por último, dejan una frase que es toda una declaración de intenciones. «Vamos a ayudar a la recuperación de Alburquerque, para que la vida sea un poco más dulce, menos amarga, en este pueblo».
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